Después de todo lo que hemos sufrido en los siete días de aventura es el momento de aparcar las bicicletas, encontrarnos con nuestras mujeres y pasar un buen fin de semana (doy fe que ha sido un fantástico fin de semana en el que nos hemos divertido y pasado muy bien los seis... os podéis imaginar, para los casados y con hijos, un fin de semana sin niños y con amigos).
Para empezar nos vamos al hotel y después de una buena ducha relajante estamos preparados para disfrutar de la noche de Santiago de Compostela y el primer objetivo es cenar en un sitio que nos han recomendado los militares de la UME con los que hemos estado esta mañana y que es un sitio en el que se come muy bien
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