sábado, 19 de octubre de 2013

Etapa nº 8 Melide -- Santiago de Compostela , 55 kilómetros

  Última etapa de esta maravillosa aventura, nos esperaba una gran sorpresa en esta etapa, que la verdad no nos la esperábamos. Iniciamos el día con un poco de resaca después de que la noche anterior nos hubiéramos pasado un poco con las copas. Lo que ocurre es que ya sabíamos que era muy poco lo que quedaba y eso te daba fuerzas.

    Decidimos ir despacio y disfrutando de los pocos kilómetros que nos quedaban. La etapa es más de lo mismo, mucho rompepiernas y sobre todo muchísimo peregrino que había que tener cuidado e ir tocando el timbre cada dos por tres. Iniciada la última etapa nos ponemos en contacto con Torrejoncillo y con nuestras mujeres, ya que ellas, Patricia, Pili y Almudena emprendían camino a Santiago con una furgoneta para juntarse con nosotros y pasar todo el fin de semana disfrutando de todo lo que habíamos conseguido.

   Paramos a desayunar como a unos 25 kilómetros de Santiago, en un pueblo que se llamaba Predouzo. Aquí ibamos a tener una sorpresa que no nos la esperabamos y es que un paisano nuestro Javi Corón estaba destinado en aquellos días en el aeropuerto de Santiago y nos llamó para que nos pasáramos a comer con él. La verdad es que nos atendieron francamente bien y nos dieron de comer como reyes. Muchas gracias a Javi a todos sus compañeros por su hospitalidad y amabilidad. MUCHAS GRACIAS.

    Después de pasar un buen rato con Javi y sus compañeros y darnos de comer y de beber muy bien, decidimos reiniciar la marcha para terminar nuestro gran sueño, a partir de aquí la emoción era cada vez más grande ya que podíamos decir que lo habíamos conseguido, la primera y obligatoria parada fue el Monte do Gozo, unas instalaciones espectaculares para los peregrinos y desde donde ya se visualiza Santiago, paramos a tomar un café e iniciar de nuevo la marcha directamente a la Plaza del Obradoiro, que fue la apoteosis final y donde la emoción es tan grande que hasta alguna lágrima se dejó caer. IMPRESIONANTE ver cumplido el objetivo, después de tanto esfuerzo. Pero la verdad es que MERECE LA PENA.

     Una vez a las puertas de la catedral, fuimos a recoger la Compostela, algo también muy emocionante, porque te encuentras con muchos peregrinos haciendo cola para recogerla y donde pudimos conocer la historia de muchos peregrinos y que algunas son francamente conmovedoras. Ya con la Compostela en la mano llegó la hora del encuentro con nuestras mujeres, que coincidió que llegaron a Santiago, prácticamente a la misma hora que nosotros. Otro momento de muchos y buenos sentimientos (hay que recordar que también gracias a ellas esta aventura ha sido posible, ya que en todo momento han estado ahí. MUCHAS GRACIAS ;)














































































No hay comentarios:

Publicar un comentario